Con la arquitectura mediterránea como base, Enric Ruiz-Geli/Cloud 9 ha proyectado una casa con tecnología de vanguardia en uno de los enclaves más idílicos de la Costa Brava como es Aiguablava, en Begur.
La integración arquitectónica en el paisaje responde a su inquietud por reinventar la arquitectura residencial de la zona, proponiendo un lenguaje orgánico y en constante diálogo con la naturaleza.
De hecho, la forma no es casual, se fue parametrizando en base a los distintos ángulos de visión del paisaje circundante hasta obtener unos volúmenes de líneas sinuosas, cuyos perfiles redibujan el entorno. Asimismo, la paisajista Silvia Burés ha colaborado en el proyecto de ajardinamiento basándose en el respeto absoluto por la flora autóctona, con la voluntad de “reactivar el paisaje mediterráneo”, según palabras de Ruiz-Geli.
Los pabellones que conforman la casa se disponen como setas, sobre un pie central estructural y disgregados sobre el terreno para reducir el impacto ambiental. Una camaleónica piel cerámica dibuja una retícula sobre los tejados que imita las tonalidades y formas de las hojas a la vez que refleja la radiación solar.
Las cubiertas onduladas rinden homenaje a la tradicional “volta catalana” (arco catalán) aunque aquí están construidas en fibra de vidrio de 6cm de grosor, de una sola pieza, formando un encofrado ligero y ultrarresistente. Esto permite disponer de una superficie interior de 300m2 libre de pilares.
El proyecto surgió como encargo de una familia de origen suizo atraída por el estilo de vida mediterráneo, a la que Ruiz-Geli respondió con una propuesta experimental y con un enfoque holístico.
Uno de sus logros ha sido conectar oficios tradicionales, nutriendo el tejido empresarial de la zona, con la vanguardia constructiva más puntera, siempre guiándose por criterios de sostenibilidad ambiental y energética. No en vano, la casa ostenta una clase energética “A”, basando su climatización en un sistema de aerotermia y el suministro de agua en el aprovechamiento de aguas pluviales, además de disponer de un sistema domótico para controlarlos.
Adyacente a la vivienda, se ha situado un pabellón experimental. Esta pieza adicional del recinto residencial se define como un “case study mediterráneo” en el que también la tecnología juega un papel protagonista.
